Para avanzar en tu camino, necesitas ser valiente y poder ver las partes de ti que están dañadas, no desde este momento, sino de vidas anteriores. Los humanos ponen mucho énfasis en el dolor, sin saber que es un gran maestro. El dolor también abre el corazón y es un portal, de purificación y rectificación del camino. El divino cuerpo tiene un lenguaje y que sería la vida o el cuerpo sin una señal de alarma, un divino aviso que llama a la rectificación?

Por ello, cuando te enfrentes a tu propio dolor, no huyas, debes verlo a los ojos, a la cara y agradecer su presencia. Dejemos de estar anestesiados, nos necesita doler para saber qué sanar, reconocernos en el dolor del otro será necesario en esta era de Acuario. Algo que ha unido al mundo, es el dolor de la separación. Separación del divino cuerpo, separación de la familia, separación de la tierra y de la naturaleza. Eso debe de parar. La unidad está en cada una de tus células y si crees que si una parte de tu cuerpo no sufre al ser testigo de su hermana célula te equivocas, todo el cuerpo sufre con la célula que lucha. 

La complejidad que cubre y compone el universo también está en tu sangre y debes honrarla y respetarla. Escucha el latido de tu corazón, simplemente escucha el ritmo que llevas dentro y entenderás que lo que quieras construir necesita ser así: rítmico, con calma, sin embargo, la constancia es lo que mantiene viva cualquiera de tus creaciones. Atrévete a comprometerte contigo mismo y sabrás que no hay imposibles. El tiempo es una construcción humana que no existe si así lo decides. Los hermanos que han decidido que es suficiente aprender a través del dolor pueden renunciar a ello en un instante, ¿qué esperas para decidirlo con todas tus fuerzas hoy? Necesitas decidirte a vivir una vida nutritiva, sin miedo. El destino que tú eliges vivir siempre puede ser el mejor, y está a tu alcance si crees que lo está. Los han enseñado a tener miedo de perder sin haber jugado antes, y la verdad es que la diversión en la vida y las circunstancias es saber bailar en toda esa incertidumbre y misterio que permea en la vida. 

Eres tú el/la responsable de tu realidad. Lo que queremos como maestros ascendidos para la era Crística, es que se respeten unos a otros, que se respeten cada uno en su magnífica y única luz. Nunca nadie, te puede robar o imitar la tuya. Una vez tú aceptas con todo tu ser lo que eres, se desplegarán ante ti situaciones, palabras y personas que te pondrán a prueba, sin embargo, es una oportunidad para desplegar tus conocimientos, tu poder y poner fin a una etapa que tiene que morir en toda la humanidad: la era de la ignorancia del propio poder y la restauración del reino de Dios. Está aquí, es ahora y está dentro de ti. No hay intermediarios, porque esa divinidad permea todo a tu alrededor. Siempre puedes pedir el apoyo y la contención que necesites si así lo deseas, pero como nosotros respetamos el libre albedrío, jamás, nunca, te verás obligado a hacer algo que no quieres. 

En esa dimensión, puedes hacer pasar las lecciones más difíciles e inútiles para ti, si así lo decides. Es así mismo, como puedes alcanzar un mayor nivel de consciencia si así lo deseas, simplemente estando receptivo a recibirnos en tu corazón. Mi amado Yeshua y yo, Maria Magdalena, estamos orgullosos de tu trabajo y tu divina humanidad, para que siempre recuerdes que en tu noche oscura del alma, se te mostrará sin juicios, lo que aún está en conceptos erróneos, lo que ya necesita cambiar y es por ello que la pandemia ha puesto al mundo de rodillas. 

El dolor en ese caso era necesario para lograr una mayor unión y cohesión en el mundo, en tu propio mundo interno y externo. No temáis, pues estoy aquí para guiaros con mucho amor y paciencia, pues mi amado Yeshua os estamos preparando para la gran venida en masa de la consciencia crística y es un paso que no cederá una vez lo aceptes en tu vida. Los milagros serán una realidad que hoy se considera un sueño, sin embargo, vivir en un constante asombro y poder de manifestación es la verdadera naturaleza sana del humano. Como hijos de Dios podemos acceder a lo que requiramos porque vivimos en un universo sin límites, decide no vivir en tu propia limitación, como lo hice yo y lo hizo mi amado Yeshua.

-Maria Magdalena- Canalizado por Judith González.